jueves, 30 de octubre de 2008

Provincia de Buenos Aires

Comercializan registros de conducir falsos en General San Martín


A raíz de una investigación se descubrió una red ilegal que otorga licencias de conducir “truchas” con el sello y la firma de la Jefa de División de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de dicho distrito. A partir del nuevo sistema de registros caería el negocio de la venta ilegal de carnets.

Por ciento cincuenta pesos, en la localidad de San martín es muy fácil obtener el registro de conducir… falso. Este es un negocio que se realiza puertas afuera de la Municipalidad pero estos registros están sellados y firmados por los funcionarios de la Dirección de Transporte de dicho municipio. Una red de punteros políticos es la que se encarga de conseguir los potenciales clientes.
Estos carnets de conducir que circulan libremente no cumplen con las normativas vigentes como lo establece la Ley Nacional de Tránsito 11.430, la cual determina que se debe rendir examen teórico-práctico y realizarse los estudios médicos correspondientes.
Para adquirir el registro se debe abonar un arancel que ronda los ochenta pesos, además cumplir con diferentes requisitos como una evaluación sobre los conocimientos de dicha Ley, una prueba de manejo y superar los exámenes oftalmológicos y psicofísicos. Esto es de vital importancia para garantizar la seguridad en el tránsito a nivel nacional.
Los registros falsos son solicitados, en general, por personas que pretenden evitar los trámites burocráticos aunque desconocen que se trata de un carnet falso que puede ocasionarles problemas que abarcan desde una simple infracción hasta ser procesados por la causa de falsificación de documento público.
¿Cómo son los registros truchos? Consisten en un escaneado de una cartilla original, otorgada anteriormente a otra persona por las vías legales dentro de la Municipalidad, que incluye el número de control interno que es el código identificatorio, junto con los datos personales del solicitante, en la base de datos del Registro de las Personas.
La Dirección General del Registro de las Personas de la Provincia de Buenos Aires designa a cada municipio, según la cantidad de habitantes, un número específico de cartillas. “Todas las licencias en blanco tienen un número de control, el cual queda registrado en un libro, así como también el nombre del conductor a quien le fue otorgada dicha licencia. En el momento que se detecte que falta una, por cualquier causa, se da aviso al organismo provincial y ellos instruyen a todos los municipios para que revisen los vehículos”, explicó Silvia, Secretaria privada del Subdirector de Tránsito de la Municipalidad de La Plata.
El registro trucho tampoco respeta la veracidad del domicilio, la firma, la categoría y la clase de la licencia: estos datos son inventados por el “puntero” que comercializa las licencias ilegales. Además, en todos los casos, se emiten como renovación aunque fuese la primera vez que solicitan la licencia.

Los testimonios

Geraldine y Julio son dos compradores de licencias, quienes aseguran que dicho abono implicaba solamente evitar los trámites ya que ellos se comunicaban directamente con los denominados “punteros”, quienes se ocupan de conseguir clientes ya sean tanto del partido de General San Martín como de las zonas aledañas. De este modo es que los registros llegan incluso a manos de habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
A partir de la “captación” del cliente, las comunicaciones entre él y el puntero serán por vía telefónica, en una primera instancia se le indicará al interesado cuál es la documentación y los datos que son necesarios para la obtención del carnet; y además se coordinará un horario y lugar de encuentro neutral para ambos.
Durante esta reunión, el “comprador” revela su nombre completo, su número de DNI y grupo sanguíneo y entrega una foto 4 x 4, sin ningún tipo de requisito especificado en su fondo ni perfil, y acuerda con el puntero una nueva cita.
En esta última instancia de la negociación será entregada la licencia ya terminada con la firma, el domicilio y los datos que corresponden netamente a la habilitación para manejar (categoría, fecha de validez, etc.) inventados por el “vendedor”, quien a cambio recibe, al momento de la entrega, los $150 que cobra por el servicio, sin advertir al cliente que le está entregando un documento falso.
“El registro lo tuve como 3 años, choqué y no pasó nada, pero el último año me paró la Policía, me querían imputar la causa de falsificación de documento público, me llevaron detenido y me lo secuestraron, pero hasta ese momento yo estaba convencido que era bueno, había pasado hasta en el seguro”, contó Julio.
Geraldine facilitó a este equipo de investigación su registro y una copia del DNI el cual evidencia, a primera instancia, que ni los domicilios ni la firma coinciden. También se comparó con otras licencias obtenidas por las vías legales. Esto reflejó claramente la falsedad del papel, las marcas de seguridad borrosas, diferencias en el fondo y perfil de la fotografía del solicitante, y la notoria alteración de la banda de seguridad.
Cabe destacar que ninguno de los compradores entrevistados vivió nunca en dicho partido bonaerense: su DNI deja constancia que son procedentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Para constatar que el número de control que figuraba en el registro de Geraldine no hubiera sido entregado a otra persona, el equipo de investigación elevó una nota al Departamento de Licencias de Conducir de la provincia de Buenos Aires. En el Registro Único de Infractores de Tránsito (RUIT) explicaron que el registro fue otorgado efectivamente en San Martín, pero en el mes de julio de 2004 y a un hombre. El carnet de la mujer fue emitido, sin embargo, en noviembre de ese mismo año.

Lejos de aclarar el panorama…

Al concurrir a la Municipalidad de General San Martín, para obtener más datos sobre las firmas y sellos del registro falso, este grupo de investigación encontró a un solicitante que estaba renovando su registro que fue emitido casualmente el mismo año que el de Geraldine. A partir de la comparación de ambas cédulas, correspondientes al mismo distrito, se descubrió que el sello y la firma del personal autorizado por la Municipalidad coinciden.
Clara Graciela Calderón (Leg. 4002), quien desde hace 28 años desempeña funciones administrativas en dicho municipio, es una de las firmas autorizadas por la Dirección de Tránsito y Transporte actualmente a cargo de Gesualdo Colombo, quien afirma que desde hace siete años, momento en el que asumió como Director, las firmas acreditadas siempre fueron las mismas.
Al ser consultado en su oficina sobre el tema, Colombo aseguró: “Nosotros lo único que hacemos acá es otorgar las licencias que nos mandan desde el Gobierno de la provincia. Sé que en otros municipios se han falsificado registros, sé que ha ocurrido en alguna oportunidad en San Martín, dudo que lo hayan hecho acá adentro. Durante los siete años que estoy como director seguro que no.”
Luego de realizarles varias preguntas, el Director y la Jefa de División, Clara Calderón, comenzaron a mostrarse inquietos e incómodos e invitaron a este equipo investigador a retirarse de las instalaciones de la Municipalidad. Sin dar más explicaciones dijeron: “Son muy raras las preguntas de ustedes. Quiero ver sus identificaciones, si no llamo a seguridad.”
Teniendo en cuenta que estos registros de conducir “truchos” que son emitidos en el partido provincial de Gral. San Martín no son un caso aislado, sino que por el contrario las sospechas de que este tipo de documentación falsificada circula permanentemente, el Gobierno provincial está modificando los sistemas de seguridad para las licencias de conducir.
El proyecto, que ya comenzó a regir en el partido de La Matanza, es de centralizar la emisión de licencias e implementar un nuevo sistema alemán por el cual los municipios tomarán el trámite de modo digital y estarán en red con la central ubicada en la ciudad de La Plata, en donde se confeccionarán en la imprenta de la Dirección de Impresiones del Estado.
Los nuevos registros se confeccionarán en un papel especial con un código de seguridad, además incluye nuevas medidas que consisten en una microimagen fotográfica y el DNI del titular que sólo podrán verse con luz ultravioleta.
Actualmente, se les otorga a los municipios las cartillas en blanco, que están numeradas y sobre las cuales la Dirección de Tránsito municipal completa y sella la licencia, que se entrega al conductor. Mientras que con el nuevo procedimiento, el municipio sólo tomará los datos, la firma y la foto del solicitante. Y accederá a la base de datos del Registro Provincial de las personas para corroborar nombre, apellido, DNI y domicilio.
Con esta nueva modalidad, el negocio de las licencias ilegales caería junto con los responsables, quienes falsifican la documentación y la venden libremente sin ser descubiertos ni denunciados. A partir de la implementación de este sistema habría que volver a ingeniárselas para empezar de cero.

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